sábado, 19 de noviembre de 2011

Peregrinaciones mundanas

He dejado los recuerdos
asándose junto a un remolino
de palabras ansiosas por vivir,
dejé también mis tenazas,
la bilis removida por
el cordero ausente;
me entrego a la ciudad
y sus ventrículos enfermos;
coqueteo con las niñas
que ofrecen sus sonrisas
en un plan de feria;
más allá la muerte
fumándose un puchito
en una esquina,
sus manos tibias
el hambre en sus ojos
que me persiguen,
pero es temprano aún
para hablar con ella..
Busco en los postes pegoteados
la mejor oferta del día;
de pronto una puta en su palacio
lanza la típica pregunta,
yo voy de prisa persiguiendo
el suspiro de la poesía
para incendiar mis palabras…
¡Fuego! ¡Fuego! desde las gargantas
de los cocodrilos,
es hora de fingir que el dolor de las cucarachas
es también mi dolor.
es momento de comprar un chicle
y endulzar el tufo del alma.
En las vidrieras de la ciudad  
soy un peón de la noche mal retratado.
el coronel derrotado en mil batallas…
Aquí viene la muerte a seducirme de nuevo
cargando en la espalda
su costal lleno de zopilotes.
La tomo del hombro
y no es tan fiero su aliento
Volvemos juntos por
el camino endiablado de la vida
mientras el día enciende
su foco interminable…

EL OCASO DE LA TRISTEZA (Octavo Capítulo)

  VIII “Porque  no es nuestra pelea solamente contra hombres de carne y sangre: sino contra los príncipes, y potestades, contra los adali...