Ahora comprendo qué significado esconden
mis latidos acelerados, cada vez
que me dejas oír el suave canto de tu voz.
Hoy sé de dónde provienen mis ganas
de querer verte a diario,
de adorarte como una diosa,
de huir si es necesario para estar contigo.
¡Es amor lo que palpita en mi corazón!
aquél torrente de sangre que hierve al tacto de tu cuerpo
no puede ser otra cosa.
Esta extraña dependencia de tus besos,
la fantasía de mis pensamientos dibujando
cada uno de nuestros encuentros secretos,
mis noches cargadas de angustia cuando
el teléfono no anuncia tu llegada;
todo esto debe tener un nombre.
Cada cosa que fluye en mi mente
tiene el tapiz de tus ojos radiantes
mirándome con un deseo infantil
que convulsiona mi corazón.
¿Qué fuerza es esa que llena de vigor mi alma
sino es la fuerza del amor?
jueves, 24 de diciembre de 2009
martes, 22 de diciembre de 2009
A DIOS LE ENCANTA JUGAR CANICAS
Si hubiera dejado ayer
de ser un niño;
ya no invitaría a Dios
para jugar canicas.
La pasamos tan bien
jugando juntos;
deja Él siempre que yo gane.
Sé que lo distraigo a veces,
tiene bajo el brazo una larga lista
de asuntos pendientes:
crucificar tantas guerras, sepultar
un millón de miradas tristes,
saciar el hambre de cien naciones,
traer de vuelta mil amores…
Pero nunca falta Él
alguna noche,
provisto de risueños cristales
que perderá conmigo.
¡Sabe que los necesito!
Por eso digo yo: ¡A Dios
le encanta jugar canicas!,
y a mí me gusta sentirme niño.
de ser un niño;
ya no invitaría a Dios
para jugar canicas.
La pasamos tan bien
jugando juntos;
deja Él siempre que yo gane.
Sé que lo distraigo a veces,
tiene bajo el brazo una larga lista
de asuntos pendientes:
crucificar tantas guerras, sepultar
un millón de miradas tristes,
saciar el hambre de cien naciones,
traer de vuelta mil amores…
Pero nunca falta Él
alguna noche,
provisto de risueños cristales
que perderá conmigo.
¡Sabe que los necesito!
Por eso digo yo: ¡A Dios
le encanta jugar canicas!,
y a mí me gusta sentirme niño.
DON NADIE
Buenas noches vida. ¿Cómo estás muerte?
Me he levantado de madrugada con los pómulos hinchados y la garganta rota para presentarles a un hombre: DON NADIE lo llaman.
Vive en mil lugares y se alimenta de sueños,
de vez en cuando ríe y casi todas las noches llora.
¿DON NADIE?, me preguntas vida. Él es el hombre que formaste en tus caminos baldíos y al que despertaste en más de una madrugada con aterradoras pesadillas.
Ése es DON NADIE vida. ¿No lo recuerdas?
Érase un niño al que muy temprano le quitaste la alegría, estrangulándolo con su llanto cuando un hermano perdió.
¿Aún no sabes de quien te hablo vida?
Has de recordar que un mal día le robaste la sonrisa y no se la devolviste jamás;
pero aún así él luchó por ser feliz.
Te hablo de aquel mozalbete que hoy terminó de graduarse,
cuando las agujas del reloj se encontraron al voltear la tercera esquina.
Hoy le dieron el título de DON NADIE,
con el que perdurará en el tiempo.
¿Ahora si lo recuerdas VIDA?
Y tú MUERTE, quieres llevarte a DON NADIE dices.
Eso no será posible. Él está feliz de haber logrado ser lo que es hoy;
esta noche se siente libre, en paz..
DON NADIE puede amar MUERTE, por eso está feliz.
¿Aún así lo quieres para ti MUERTE, porque la VIDA lo descarta?
Pregunta difícil que me haces, veamos que dice él.
¿DON NADIE, se quiere ir con la MUERTE?
Aún no MUERTE, tendrás que esperar por mí.
Todavía hay mucho amor que quiero compartir con el mundo. Aprieto entre mis manos un rollo de páginas en blanco que espero llenarlas con historias que talvez nadie ha de leer, pero que para mí es imprescindible contar…
Lo vez MUERTE, DON NADIE no quiere ir contigo…
Se va DON NADIE. Te vas MUERTE. Tú sigues aquí VIDA...
¿Qué vas a pagar tu deuda con DON NADIE dices VIDA?
Pues hazlo pronto, él te necesita.
Aguárdalo a la salida de su llanto
y abrígalo en la frialdad de su tristeza.
lunes, 7 de diciembre de 2009
TRISTEZA DE TI
Las mañanas son tristes a veces,
cuando no penetra ni un ápice de sol
por sus rendijas
y entristecen mis manos al ver
que las tuyas aprietan otras manos.
Las tardes también me miran tristes;
asomadas con su tatuaje gris van
llorando su dolor sobre la tierra,
así como llueve la tristeza en mis ojos
cuando estos dejan de entenderte
o al ya no poder descifrar
el acertijo dibujado en tu cuerpo.
A diario crece mi desconsuelo anclado en esta otra orilla,
mientras muere tu sonrisa a manos de un amor pagano.
Si me abrieras tus brazos correría a salvarte,
te amaría, abandonaría este silencioso rincón
en el que habito anhelando aquél tiempo invisible
donde me querrás.
Por ahora son tristes las noches de invierno,
caminando sólo por sus calles vacías
sintiendo el feroz gorgoteo de la lluvia
que va enlodando mis zapatos.
cuando no penetra ni un ápice de sol
por sus rendijas
y entristecen mis manos al ver
que las tuyas aprietan otras manos.
Las tardes también me miran tristes;
asomadas con su tatuaje gris van
llorando su dolor sobre la tierra,
así como llueve la tristeza en mis ojos
cuando estos dejan de entenderte
o al ya no poder descifrar
el acertijo dibujado en tu cuerpo.
A diario crece mi desconsuelo anclado en esta otra orilla,
mientras muere tu sonrisa a manos de un amor pagano.
Si me abrieras tus brazos correría a salvarte,
te amaría, abandonaría este silencioso rincón
en el que habito anhelando aquél tiempo invisible
donde me querrás.
Por ahora son tristes las noches de invierno,
caminando sólo por sus calles vacías
sintiendo el feroz gorgoteo de la lluvia
que va enlodando mis zapatos.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
¿QUÉ NOCHE ES ESTA?
¿Qué noche es ésta?,
en la que brincan sueltas
nuestras marionetas y se han roto los hilos
que ataban mi cuerpo a tu piel de seda.
¿Qué noche puede ser ésta?
Si nuestras almas ya no viajan
arropadas en el silencio
para encontrarse desnudas en el oquedal.
Nada sé de tus caprichos
y mi sed no calmará si no bebo
de las mansas aguas
que musitan en tu pila bautismal.
¿Dónde estás germen de mi alegría?
¿En qué lugar secreto se entibiarán tus
muslos a esta hora?
Será verdad acaso que este es el adiós,
que ya no volverás para sentarnos
a orillas de aquél río que se llevó
en su corriente nuestra inocencia.
Es un martirio imaginar que deberé
soportar tu fantasma por las noches.
¿Y cómo haré para que aquél espectro tuyo
no clave sus garras en el lado izquierdo
de mi cavidad pectoral?
en la que brincan sueltas
nuestras marionetas y se han roto los hilos
que ataban mi cuerpo a tu piel de seda.
¿Qué noche puede ser ésta?
Si nuestras almas ya no viajan
arropadas en el silencio
para encontrarse desnudas en el oquedal.
Nada sé de tus caprichos
y mi sed no calmará si no bebo
de las mansas aguas
que musitan en tu pila bautismal.
¿Dónde estás germen de mi alegría?
¿En qué lugar secreto se entibiarán tus
muslos a esta hora?
Será verdad acaso que este es el adiós,
que ya no volverás para sentarnos
a orillas de aquél río que se llevó
en su corriente nuestra inocencia.
Es un martirio imaginar que deberé
soportar tu fantasma por las noches.
¿Y cómo haré para que aquél espectro tuyo
no clave sus garras en el lado izquierdo
de mi cavidad pectoral?
lunes, 30 de noviembre de 2009
OTRA VEZ EL EXTRAÑO
Otra vez el extraño se vuelve contra mí,
llega amenazante galopando
sobre una nube de suspiros,
penetrando en mi pecho como un truhán
a través de la lumbre de dos luceros negros
y el vuelo sinfónico de una sonrisa.
Inquilino eterno de mi corazón
que se aleja en medio de tormentas
y el rubor triste de las rosas
mas vuelve siempre como un visitante inesperado
con las maletas llenas de ilusión.
Otra vez aquí el extraño
y no sé si estar triste o sonreír por su presencia,
si dejarlo entrar y encenderle las luces
para que habite nuevamente en mí
o mudarlo hacia algún rincón del pasado sin retorno.
Vengador indomable del dolor,
incorregible soñador
que a veces se viste de falsario
para cobrarle rentas al placer,
niño feliz, terco madrugador,
extraño vagabundo
otra vez estás aquí,
otra vez…
llega amenazante galopando
sobre una nube de suspiros,
penetrando en mi pecho como un truhán
a través de la lumbre de dos luceros negros
y el vuelo sinfónico de una sonrisa.
Inquilino eterno de mi corazón
que se aleja en medio de tormentas
y el rubor triste de las rosas
mas vuelve siempre como un visitante inesperado
con las maletas llenas de ilusión.
Otra vez aquí el extraño
y no sé si estar triste o sonreír por su presencia,
si dejarlo entrar y encenderle las luces
para que habite nuevamente en mí
o mudarlo hacia algún rincón del pasado sin retorno.
Vengador indomable del dolor,
incorregible soñador
que a veces se viste de falsario
para cobrarle rentas al placer,
niño feliz, terco madrugador,
extraño vagabundo
otra vez estás aquí,
otra vez…
miércoles, 25 de noviembre de 2009
UNA TARDE CUALQUIERA
Escoge en el ramillete de días
una tarde,
una tarde cualquiera.
Con sol o con sombras,
la que sea.
No importa si la tarde muere de frío
o si las hojas de los árboles
rozan sus hebras con el piso.
¡Sólo escoge una!
Una tarde para absorber tu sonrisa,
para caer sobre ti y enredarme a tu pecho
e inhalar ese liviano perfume
con olor a vainilla
que te erupciona desde los poros
cada vez que tu carne se dora en mi piel.
Antes de volver cada quien
a su trinchera,
a soportar cada uno su tormenta,
revivamos nuestros sueños una tarde.
¡Solo una!
una tarde,
una tarde cualquiera.
Con sol o con sombras,
la que sea.
No importa si la tarde muere de frío
o si las hojas de los árboles
rozan sus hebras con el piso.
¡Sólo escoge una!
Una tarde para absorber tu sonrisa,
para caer sobre ti y enredarme a tu pecho
e inhalar ese liviano perfume
con olor a vainilla
que te erupciona desde los poros
cada vez que tu carne se dora en mi piel.
Antes de volver cada quien
a su trinchera,
a soportar cada uno su tormenta,
revivamos nuestros sueños una tarde.
¡Solo una!
martes, 24 de noviembre de 2009
UNA LINDA HUACRACHUCANITA (PRIMERA PARTE)
A miles de kilómetros del bullicio y la congestión de la urbe, el silencioso paraje de la serranía peruana se convierte en una manta fresca y dócil que arropa mi corazón. Ya había estado en la sierra otras veces, en ciudades como Huaraz, Cajamarca e incluso Cerro de Pasco, la ciudad más alta del mundo; pero nunca en un caserío o centro poblado escondido entre las montañas... No sé cuántas horas llevo caminando, hace mucho rato que me bajé aterrorizado del camioncito en el que viajábamos...Cómo no iba a estarlo si por poco nos vamos al abismo. !Carajo, qué susto el que nos dimos!... En el camión veníamos amontonados como bestias, tirados sobre un montón de sacos de fruta y hortalizas, de borregos, gallinas, cuyes y no sé que otros animales más camuflados en la capota del vehículo, donde se cargaban también gran cantidad de utensilios de cocina, un par balones de gas y hasta un ataúd marrón. "Ni así me paguen diez veces mi sueldo me subo a este camión, prefiero caminar", le había dicho a Dante antes de iniciar la subida. El pequeño Dante Luna era quien comandaba la expedición a Huacrachuco; viajaban además Jaime Salinas, Jorge Alvarez y Rubén Mendoza. Los cinco conformábamos el equipo de registradores itinerantes que el Registro Nacional de Identidad (RENIEC) enviaba hasta el pequeño pueblo de Huacrachuco, para tramitar el Documento de Identidad de cerca de cuatro mil niños que vivían en extrema pobreza en la zona. Antes de salir de Chimbote, sabíamos que hacía mal tiempo en la sierra; la temporada de lluvias acababa de iniciarse y los primeros huaycos se convirtieron pronto en noticia, bloqueando carreteras, trayéndose abajo puentes y desapareciendo por completo varias hectáreas de terreno agrícola. A pesar de que las condiciones climáticas no eran las mejores para el viaje, la jefatura del RENIEC, preocupada por cumplir con sus metas, aprobó el desplazamiento.
Nadie pronosticó un viaje cómodo, menos aún cuando nos enteramos que la ferocidad de un huayco había desaparecido el puente Suchimán, por el que debíamos pasar para llegar a nuestro destino; sin embargo - al menos hasta ese momento - no me pasó por la cabeza abortar la misión. "Ya estamos metidos en esto, así que hay que tirar para adelante. Además si le decimos al jefe que no queremos viajar, al toque nos saca del proyecto... Yo necesito la chamba, así que de todas maneras viajo", fueron las palabras que empleó Dante Luna para persuadir al grupo de continuar con la travesía. No se escuchó una sola voz de protesta. La chamba la necesitábamos todos.
Existen sólo dos empresas de Transporte que cubren la ruta Chimbote - Huacrachuco. Una de ellas es SAN FRANCISCO, la otra ANDIA. La primera ofrece salidas los martes y sábados. La segunda, en cambio, sube a la sierra los jueves y domingos. Era la mañana del martes veinticinco de marzo cuando el Ingeniero Luis Aguilar, nuestro Jefe, - un tipo práctico que le ahorra a la institución que dirige medio millón de soles al año, gracias a su buena administración, y que se cuida de economizar hasta sus palabras - nos citó en su oficina para informarnos acerca del desplazamiento. "...Este viernes deben estar a primera hora en Huacrachuco. Son doce días de campaña y cinco los registradores que viajan. La meta es cubrir una población de cuatro mil niños. Nada qué decir acerca de la importancia de este trabajo, ustedes saben que el prestigio del RENIEC está en sus manos. Para este desplazamiento se ha elegido al señor Luna como coordinador. Lo acompañarán Salinas, Mendoza, Alvarez y Silva... Ya se prepararon sus viáticos, así que saliendo de aquí pueden recogerlos en tesorería...De mi parte eso es todo, el resto de información se la dará la señorita Liliana cuando pasen por su dinero..Tienen la mañana libre para comprar sus pasajes y hacer maletas; por la tarde retornen a organizar su material de trabajo. Es todo muchachos. Que tengan éxito en su misión".
El Jueves enrumbamos hacia Huacrachuco. A pesar de que el boleto de viaje tenía como hora de partida las cuatro de la tarde, el ómnibus de la Empresa ANDIA se puso en marcha recién pasada las seis. El retraso en la salida impacientó a Dante Luna, quien se paró de su aciento, hasta en tres ocasiones, para reclamarle al chofer por la demora. Sin embargo el conductor sólo atinaba a decir: "No se moleste joven, ya falta tantito para irnos, paciencia por favor..." "Tantino nomás y nos vamos joven...", y seguía bregando, junto a dos cargadores, por acomodar en la bodega y el techo del ómnibus el equipaje de los pasajeros. "Esto tíralo arriba. Esto que vaya en la bodega. Sube esas cajas para que aguanten las tablas. Un poco a la derecha.Sí, allí está bien...". La piel se me erizaba al ver cómo esa enorme cantidad de bultos iba siendo colocada sobre nosotros. "!Qué abuso carajo! !A dónde piensan meter más cosas, este ómnibus está por reventar. Acaso no saben que la carretera está jodida... !Es un peligro viajar así!", lanzé la frase como un escupitajo amargo, llamando la atención de Jaime Salinas, quien ocupababa el asiento de al lado.
- !Tranquilo "chino", no te pongas nervioso!. ¿Es la primera vez que viajas a la sierra?" preguntó mi compañero...
- No, ya he estado en Huaraz, Cajamarca y también en Cerro de Pasco...
- Ah, pero eso es otra cosa, allí todo es asfalto; a donde vamos la carretera es pura tierra. En este tiempo, por la lluvia, el camino se enloda bien feo y el viaje se hace lento y pesado...
- Cómo no va hacerse lento con la cantidad de cosas que llevamos encima...
- Si pues, pero ni reclamar porque así se viaja a estos sitios. Te recomiendo que cuando arranquemos cierres los ojos y duermas, así no sentirás nada. Además mañana nos espera harta chamba y hay que estar descansados...
"!Listo, nos vamos!", gritó el chofer y se sentó frente al volante para echar andar el ómnibus. Apenas encendió el motor un ruido espantoso, que reventó mis oídos, inundó el interior del vehículo.
- No me pidas que duerma con este ruido de mierda, le dije a Jaime mientras buscaba en los bolsillos de mi casaca un poco de papel higiénico para taponear mis oídos.
Jaime río de mí al verme tapar las orejas con bolitas de papel. "Este chino ja,ja,ja,ja...sólo cierra los ojos y piensa en tu flaca o cuenta ovejas en tu mente, así te dormirás más rápido... Duerme muchachón, duerme...."; fue lo último que le oí decir al rechoncho Salinas, pues al rato nomás la cabeza se le desplomó hacia su hombro izquierdo, mientras que el resto de su humanidad se entiesó como si fuese un cadáver. Sentí envidia al ver a Jaime atrapado por el sueño con tanta facilidad. Acaso era sordo. Como podía sentirse cómodo en la estrechez de los asientos. empeorar las cosas, del pecho de mi compañero brotó un bullicioso concierto de ronquidos que hizo imposile que consiliara el sueño. , aunque traté de detener, cerrándole la boca primero, y
persona más yo un tièmpo eseperò , se convirtió en una máquina trituradora que trabajó sin cesar durante todo el viaje. "!Mierda, como ronca este huevón!!, me repetía mientras trataba de frenar el bullicioso concierto que ofrecía Salinas, cerrándole la boca primero, y moviéndolo hacia el otro costado después; sin embargo todo intento por callarlo resultó infructuoso, así que no que tuve más remedio que resignarme y pasé las doce horas el cuerpo de Salinas hacia los lados para
unque traté Su sólo se detuvo cuando hubimos llegado a Suchimán "!Mierda como ronca este huevón!". Al principio intenté frenar su bullicioso tapándole la boca con un poco de papel
persona más yo un tièmpo eseperò , se convirtió en una máquina trituradora que trabajó sin cesar durante todo el viaje. "!Mierda, como ronca este huevón!!, me repetía mientras trataba de frenar el bullicioso concierto que ofrecía Salinas, cerrándole la boca primero, y moviéndolo hacia el otro costado después; sin embargo todo intento por callarlo resultó infructuoso, así que no que tuve más remedio que resignarme y pasé las doce horas el cuerpo de Salinas hacia los lados para
unque traté Su sólo se detuvo cuando hubimos llegado a Suchimán "!Mierda como ronca este huevón!". Al principio intenté frenar su bullicioso tapándole la boca con un poco de papel
A pesar de mi negativa de subirme al camión, mis compañeros terminaron convenciéndome de que llegar al pueblo desde el borde del puente Suchimán, que había sido arrasado por un huayco, lo que impedía , donde el ómnibus - que en principio - nos transportaba a nuestro destino se quedó atascado en un huayco, era imposible. La única posibilidad que tuvimos de continuar con nuestro viaje era abordar el pequeño camión en el que se , el mismo que fue abordado por cincuenta personas más l
Ni bien el vehículo se puso en marcha, empezó a tambalearse de un lado a otro. Por momentos hacia la derecha, otro rato para la izquierda. Siempre hacia algún lado, sólo se aquietaba cuando iba a sortear alguna curva o aparecían grandes piedras en el camino, que obligaban al chofer a detenerse para bajar y quitar el obstáculo. La carretera era estrecha, empedregada por ciertos tramos, ahuecada en otros; conforme avanzábamos se iba haciendo más empinada, por lo mismo más peligrosa. Los abismos se hacían más profundos. El pánico también crecía en mi corazón. Quería bajarme, pero no encontraba una excusa para hacerlo; hasta que una mala maniobra del chofer en una curva hizo que el y por poco terminamos como alimento de las pirañas pero unos cuantos minutos después, cuando estuvimos a punto de irnos al abismo De los cinco expedisionistas yo fui el único al que le entró un ataque de pánico cuando el camión empezó a tambalearse de un lado a otro y estuvimos a punto de irnos al abismo. !Paren!. !Paren!. Este camión nos va a matar. Yo no quiero morir aquí. !Me bajo! !Aquí me bajo!. La gente me quedó mirando, Estás bien huevón si piensas que voy a seguir aquí. Yo me bajo.
!Qué hambe tengo! ¿Cuánto faltará para llegar a Huacrachuco? Pero a quién se lo puedo preguntar si por aquí no pasa nadie, lo único que se oye es la voz de este río que l río marañón que está a mi derecha y que suena como un rugido. !Plas! !Plas! Acaban de caerme sobre el rostro las primeras gotas de lluvia. Eso era lo único que faltaba. Ahora la cosa sí que se puso brava !Carajo, talvez ya me perdí! Aquí no hay modo de comunicarse, pues las montañas impiden que se propague la señal de los celulares. Ese huevón de Dante no puede haberse olvidado de mí. !Puta mare y si el camión se fue al abismo!
miércoles, 18 de noviembre de 2009
PROMESA (De Encuentros Clandestinos)
Hasta la última de mis noches
te querré,
no sé si es largo o corto el camino
hacia la muerte,
si serán los días suficientes
para entregarte todo lo que la vida
me dio en suerte…
Yo estaré a tu lado como el aire:
puedes respirarme si me necesitas.
Te querré con todos mis extremos,
con cada gota de mi sangre…
¡Amor, siéntete segura de mi abrazo!
toma mi mano y avancemos;
no temas
y acepta esta promesa.
te querré,
no sé si es largo o corto el camino
hacia la muerte,
si serán los días suficientes
para entregarte todo lo que la vida
me dio en suerte…
Yo estaré a tu lado como el aire:
puedes respirarme si me necesitas.
Te querré con todos mis extremos,
con cada gota de mi sangre…
¡Amor, siéntete segura de mi abrazo!
toma mi mano y avancemos;
no temas
y acepta esta promesa.
CARTAS DE AMOR (PRIMERA PARTE)
EL AMOR, EL AMOR, COSA TAN RARA...AQUÍ LES DEJO UN TEXTO QUE NO LINDA CON LO LITERARIO PERO CREO QUE A MUCHOS LES PUEDE INTERESAR...
Hola…perdón por estar aquí escribiéndote estas líneas, quizás no debería, quizás esté causándote alguna molestia o disgusto; no es eso lo que quiero, pero tengo la necesidad de escribirte algo, de decir un par de cosas que ayudarán a que me sienta mejor. Espero me entiendas; trataré de ser breve, aunque tú mejor que nadie sabes que eso me cuesta mucho.
Nunca ha sido mi intención provocarte algún daño o hacer que te sientas mal, sé que soy un tonto (ni vuelta que darle) que cometo errores (más que confirmado) que a veces actúo por impulsos (es cierto)… lo único que he buscado todo este tiempo es demostrarte el gran amor que siento por ti, soñaba con que renaciera ese cariño y amor que en un momento me demostraste; perdona si hice algo mal, si talvez todo lo hice mal; me duele saber que ya no quieras verme, que te alejas de mi… pero lo acepto y si te escribo es para sentir un poco de alivio…
Todo este tiempo he querido protegerte, mimarte, adorarte como una diosa. El amor impone sacrificios y he tratado de cumplir todos los que aparecían frente a mi, el amor es ternura y contigo la experimente a plenitud; el amor son desvelos y entrega y nunca dudé en entregarte mi tiempo; todo lo mío llego a ser tuyo y quise cumplir cada cosa que me pedías… Yo me recuerdo emocionado y feliz después de haber hecho algo por ti, me recuerdo nervioso cuando no podía cumplir con lo que me pedías, me veo caminando rápido hacia algún lugar para estar a tiempo con lo que necesitabas; sudando.. ja,ja,ja, me da risa recordarlo. Cuántas veces me vi gracioso, pero eso no me importó porque todo lo hacia con amor y porque buscaba sembrar muchas sonrisas en tu boca…Por ti he hecho cosas que jamás hubiera pensado hacer (creo que esto lo he dicho muchas veces)…Hice mal en forzarte a que me quieras nuevamente, en presionarte cuando tú tienes otros planes para tu vida…. Si debo alejarme de ti, lo acepto. No quiero vivir enfrentado contigo; he soportado muchas cosas todo este tiempo; algunas me han dolido lo suficiente como para hacerme llorar; sin embargo siempre quise estar a tu lado y respondí a cada llamado tuyo; y si eso no es amor… entonces estoy loco… Ahora me siento triste, te extraño, siento que te necesito; pero estuve equivocado, quise forzar las cosas, conseguir que me quisieras y lo único que conseguí es que ahora quieras alejarte por completo de mí. Tu rechazo me duele mucho, pero debo aceptarlo, debo entender que no he podido convencerte de mi amor; que quizás no es el momento, que tal vez no haya momento, yo no lo sé, siempre he esperado, siempre he callado, pero otras veces no he podido silenciar mi amor; me han dolido los cambios bruscos y repentinos que tenían tus sentimientos. Una mañana decías que me querías y al día siguiente te comían las dudas….
Me pides que salga de tu vida y si eso te hace feliz entonces yo estaré tranquilo; porque para mí lo mas importante es que tú estés bien y si para eso debo estar lejos, pues lo acepto, aunque me duela… Es triste decir adiós, yo no lo haré, solo diré hasta pronto; hasta que Dios quiera encontrarnos de nuevo en el camino… Te voy a extrañar muchísimo, más de lo que quisiera. Perdón por decir todo esto; solo trato de ayudar a sentirme mejor. Deseo que seas feliz, aunque no sea a mi lado. Esta es la mentira más grande que he dicho, pues yo quiero que seas feliz conmigo. Si alguna vez sientes que renace el cariño que decías tenerme; si despierta una pequeña emoción hacia mí, no dudes en llamar. Yo esperaré en silencio, como tantas otras veces… TE AMO..
martes, 17 de noviembre de 2009
NUNCA TE SUPE MÍA
Nunca te supe mía completamente,
siempre te tuve a pedazos,
pero eso jamás me importó
y dejé que mi polen se esparciera sobre tus campos.
Reposó tu cabeza en
mi hombro tantas veces
que tu amor fue abriendo de nuevo
los senderos borrascosos
donde mi alma se atascaba
en cariños pasados.
Sabía de tu paso efímero,
de tu dulce condena a otro cuerpo;
te irías algún verano, lo sé,
lo supe desde el primer beso
amortajado en una falsa promesa.
Aquí me tengo otra vez tratando
de domar el insomnio con una plegaria,
queriendo no quererte
para olvidar cada milímetro
de tu piel morena.
Talvez no debí alumbrar
los pasillos de mi corazón con tu luz;
lucen más tristes y solos que antes
hoy que se han quedado de nuevo a oscuras.
siempre te tuve a pedazos,
pero eso jamás me importó
y dejé que mi polen se esparciera sobre tus campos.
Reposó tu cabeza en
mi hombro tantas veces
que tu amor fue abriendo de nuevo
los senderos borrascosos
donde mi alma se atascaba
en cariños pasados.
Sabía de tu paso efímero,
de tu dulce condena a otro cuerpo;
te irías algún verano, lo sé,
lo supe desde el primer beso
amortajado en una falsa promesa.
Aquí me tengo otra vez tratando
de domar el insomnio con una plegaria,
queriendo no quererte
para olvidar cada milímetro
de tu piel morena.
Talvez no debí alumbrar
los pasillos de mi corazón con tu luz;
lucen más tristes y solos que antes
hoy que se han quedado de nuevo a oscuras.
JUNTOS (De Encuentros Clandestinos)
No existe otra verdad tan pura en mis labios,
como este terco te quiero
que se escapa de los cuarteles de mi corazón
y finge ser un rayo de luz para iluminar tu mundo gris…
Cómo haré para que tu mano busque mi mano
cada madrugada;
para oírte decir en medio del flagelo de los días:
Ven, te necesito.
De qué manera te hago creer en este milagro
si el amor fue para ti una pesada cruz…
Volver a sonreír recostado
sobre tu tibio vientre: ese es mi anhelo.
Ser felices acunando el fruto del amor,
extrañarnos alguna tarde y reclamarle al
día que no tarde tanto para volvernos a encontrar,
remediar de pronto la tristeza con un beso,
vivir, crecer y envejecer juntos.
Siempre juntos…
como este terco te quiero
que se escapa de los cuarteles de mi corazón
y finge ser un rayo de luz para iluminar tu mundo gris…
Cómo haré para que tu mano busque mi mano
cada madrugada;
para oírte decir en medio del flagelo de los días:
Ven, te necesito.
De qué manera te hago creer en este milagro
si el amor fue para ti una pesada cruz…
Volver a sonreír recostado
sobre tu tibio vientre: ese es mi anhelo.
Ser felices acunando el fruto del amor,
extrañarnos alguna tarde y reclamarle al
día que no tarde tanto para volvernos a encontrar,
remediar de pronto la tristeza con un beso,
vivir, crecer y envejecer juntos.
Siempre juntos…
DIOS ME COMPRÓ UN AMIGO
¡DIOS ME COMPRÓ UN AMIGO!
De Dios me han hablado
tantas cosas desde que era yo un niño.
Que acude Él siempre donde lo llaman.
Que nunca muestra su rostro
porque lo más bello que tiene son las manos.
Yo lo sé un mago
fantástico que siembra
rosas en la arena;
escultor fino que ha tallado
de manera perfecta las montañas
sobre la tierra;
es el mejor doctor
de la vecina de a lado,
quien nos regala a diario
su alargada sonrisa,
a pesar que una junta de médicos
la ha desahuciado.
Pero descubrí yo con el tiempo,
que es también Dios
un comprador compulsivo.
En días de invierno le compra
horas al sol para abrigar
la esperanza de aquellos que la han perdido.
He sido testigo de cómo le compra a diario
momentos de paz a mi madre,
para que los vaya tomando por gotitas,
y al caer de la noche
pueda al fin dormir tranquila.
Asiduo concurrente a la barata de
sueños y dones,
que celebran los ángeles
domingo a domingo.
¡Dios los compra todos!
Y de lunes a viernes
los va colocando bajo las almohadas
de sus hijos (nosotros)
para que con ellos
podamos hacer realidad
todos nuestros sueños.
A mí, que encontrándome
tan sólo y empobrecido,
una fría mañana Dios
tocó mi puerta,
extendió el brazo
sobre mi hombro
y sonriente me dijo:
Toma Marco, te compré un amigo.
Ya no estarás sólo. Ahora eres rico.
(A todos los amigos que Dios me compró en la vida)
De Dios me han hablado
tantas cosas desde que era yo un niño.
Que acude Él siempre donde lo llaman.
Que nunca muestra su rostro
porque lo más bello que tiene son las manos.
Yo lo sé un mago
fantástico que siembra
rosas en la arena;
escultor fino que ha tallado
de manera perfecta las montañas
sobre la tierra;
es el mejor doctor
de la vecina de a lado,
quien nos regala a diario
su alargada sonrisa,
a pesar que una junta de médicos
la ha desahuciado.
Pero descubrí yo con el tiempo,
que es también Dios
un comprador compulsivo.
En días de invierno le compra
horas al sol para abrigar
la esperanza de aquellos que la han perdido.
He sido testigo de cómo le compra a diario
momentos de paz a mi madre,
para que los vaya tomando por gotitas,
y al caer de la noche
pueda al fin dormir tranquila.
Asiduo concurrente a la barata de
sueños y dones,
que celebran los ángeles
domingo a domingo.
¡Dios los compra todos!
Y de lunes a viernes
los va colocando bajo las almohadas
de sus hijos (nosotros)
para que con ellos
podamos hacer realidad
todos nuestros sueños.
A mí, que encontrándome
tan sólo y empobrecido,
una fría mañana Dios
tocó mi puerta,
extendió el brazo
sobre mi hombro
y sonriente me dijo:
Toma Marco, te compré un amigo.
Ya no estarás sólo. Ahora eres rico.
(A todos los amigos que Dios me compró en la vida)
lunes, 16 de noviembre de 2009
ME DUELES (Del Poemario DESPRENDIMIENTO)
Me dueles en mis párpados sumidos,
en mi soledad a la que le faltan tus ojos,
me dueles como le duele a una madre
la crucifixión de un hijo.
El tiempo pasa, el amor queda,
tu ausencia alarga el infinito
y me duele un beso
tantas veces retratado
en el jolgorio de tus erizados bustos.
Me dueles en mi alma de niño que desperté contigo,
en las tardes frías y solitarias de domingo
donde te sufro sentado en una esquina
que ya no es más parte de tu camino.
Me dueles cuando se inicia marzo,
al recordar la inocencia del
primer beso que nos dimos.
Debe ser tu sombra la que me duele tanto,
la llevo en hombros durante el día
y cuando cae la noche se escurre testaruda
entre los bordes de mi pensamiento,
allí donde está dibujada tu figura.
en mi soledad a la que le faltan tus ojos,
me dueles como le duele a una madre
la crucifixión de un hijo.
El tiempo pasa, el amor queda,
tu ausencia alarga el infinito
y me duele un beso
tantas veces retratado
en el jolgorio de tus erizados bustos.
Me dueles en mi alma de niño que desperté contigo,
en las tardes frías y solitarias de domingo
donde te sufro sentado en una esquina
que ya no es más parte de tu camino.
Me dueles cuando se inicia marzo,
al recordar la inocencia del
primer beso que nos dimos.
Debe ser tu sombra la que me duele tanto,
la llevo en hombros durante el día
y cuando cae la noche se escurre testaruda
entre los bordes de mi pensamiento,
allí donde está dibujada tu figura.
DEBY Y SU GATO TIMÓN
Una mañana el gato Timón despertó con unas ganas enormes de cazar ratones. El animalito llevaba dos meses sin apresar un ratón y eso le producía una profunda tristeza, ya que antes atrapar roedores había sido su entretenimiento preferido. La niña Deby - dueña de Timón - estaba muy preocupada por su mascota, por eso la llevó a dar un paseo al parque, pensado que así Timón podría sentirse mejor.
La mañana se abrigaba con unos leves guiños del sol. El viento fresco corría de este a oeste elevando con suavidad el pelo de Deby y haciendo líos en los bigotes de Timón.
El parque se encontraba a pocos metros de la casa de Deby. Durante el verano, cuando Timón no había llegado aún a su vida, ella solía jugar a diario con otros niños y niñas, pero al iniciarse las clases en la escuela, los encuentros con sus amigos se reducían a los domingos por las mañanas; el resto de días Deby se la pasaba sola en casa haciendo sus tareas. Para remediar la soledad en que vivía, la niña le pidió a su mamá que le obsequiara un gatito, pues estos animales le parecían muy tiernos.
Una somnolienta tarde de Junio, el sueño de la niña fue cumplido. La madre de Deby llegó a casa con un minino en brazos. El gatito - que no había cumplido siquiera un mes de nacido – lucía un hermoso pelaje anaranjado y unos bellísimos ojos celestes. Los leves maullidos del animal alertaron a Deby - quien se encontraba en su habitación - de la presencia gatuna. Cuando la niña salió del cuarto y descubrió al gatito en brazos de su madre, una llamarada de felicidad se encendió en su rostro.
- Aquí está lo que me pediste mi amor – dijo la mamá a Deby – Es un gatito muy pequeño y necesitará de muchas atenciones y cuidados, así que te espera un arduo trabajo con él.
- ¡Gracias mami, es el mejor regalo que he recibido! – respondió la niña muy emocionada - Y no te preocupes, que yo le daré mucho amor a Timón.
- ¿Timón? ¿Así lo llamarás?
- Sí mami…
- Bueno, es tu gatito y puedes llamarlo como gustes. Espero que después él no te lo reclame ja,ja,ja,ja,
Desde ese día Timón y Deby empezaron a compartir habitación. La niña, a pesar de tener sólo diez años, atendía al minino con el mismo esmero conque una madre cuida a su bebe. Lo alimentaba con leche tibia, lo bañaba, peinaba y aromatizaba con una loción de fresas. Las noches frías de invierno Deby abrigaba al gatito en su cama y se acostaba junto a él para cantarle canciones de cuna hasta que Timón se sumergía en un profundo sueño.
Los meses transcurrieron y la primavera abrió sus puertas; una lluvia de cálidos rayos solares caía sobre la tierra. Para ese tiempo Timón había dejado de ser un minino y ahora lucía como un portentoso gato que se paseaba por toda la casa con el donaire de un rey. Dotado de una agilidad envidiable, el gato se convirtió – además – en un especialista cazador de ratones. Nada proporcionada más placer a Timón, que la faena emprendida para capturar algún bullicioso roedor escondido detrás de los armarios o la cocina. Era tanta la habilidad que el gato poseía para atrapar ratones, que pronto su fama de cazador se extendió por todo el vecindario; fue así que la presencia de Timón empezó a ser requerida con frecuencia en casa de algún vecino, que veía amenazada su tranquilidad familiar ante la abrumadora aparición de roedores.
Al principio, Deby veía con agrado que su mascota fuese tratada como un superhéroe, pero luego tanta popularidad terminó por disgustar a la niña, quien recordaba con melancolía los días en que Timón era un adorable minino y ella lo atendía como a un bebé. “Por qué habrás crecido tan pronto, ya no te disfruto como antes”, le susurraba la niña al gato.
Cansada del asedio que, casi a diario, sufría su mascota, Deby decidió encerrar a Timón en su habitación y negarle el permiso para ir a cazar ratones a la casa de sus vecinos. Desde entonces el gato se volvió parco y aburrido. Timón se pasaba los días tirado en el piso ronroneando pesadamente, comía poco y su semblante denotaba una honda tristeza que empezó a preocupar a la niña.
Dos meses transcurrieron desde que Timón fue encerrado y estuvo sin atrapar un solo roedor; sin embargo aquella mañana sus ganas de cazar ratones eran mucho más grandes que los días anteriores. El gato se daba una y otra vez volteretas en el suelo y por ratos fijaba la vista en la ventana de la habitación, imaginando que por allí podía escapar para ir en busca de roedores. Deby miraba a su mascota extrañada, haciéndose la idea de que Timón podría estar enfermo. “¿Qué tienes Timón, por qué estás así?”, le preguntó la niña al gato tomándolo en brazos, a lo que el animal respondió con un maullido seco. Miauuu… “¡Ya sé”. Iremos al parque para que te relajes. Hace mucho que no salimos, así que un buen paseo te hará bien”.
Cuando la niña y el gato llegaron al parque hacía una mañana tibia que el viento refrescaba con su aliento. Deby se sentó en una de las bancas y colocó a Timón a sus pies, esperando que su mascota diera brincos de alegría por ver la luz del día nuevamente; sin embargo nada de esto ocurrió y Timón mantuvo su desgano, hasta que de pronto se echó a correr de prisa por todo el parque. Deby no sabía qué hacer, llamaba a su mascota con desesperación pero el gato continuaba su veloz arremetida. Luego de varios minutos Timón se detuvo. Tenía el rostro lleno de dicha y satisfacción. A sus pies caía el cuerpo inerte de un ratón.
FIN
MORALEJA: Nunca prives a nadie de hacer lo que más le gusta.
La mañana se abrigaba con unos leves guiños del sol. El viento fresco corría de este a oeste elevando con suavidad el pelo de Deby y haciendo líos en los bigotes de Timón.
El parque se encontraba a pocos metros de la casa de Deby. Durante el verano, cuando Timón no había llegado aún a su vida, ella solía jugar a diario con otros niños y niñas, pero al iniciarse las clases en la escuela, los encuentros con sus amigos se reducían a los domingos por las mañanas; el resto de días Deby se la pasaba sola en casa haciendo sus tareas. Para remediar la soledad en que vivía, la niña le pidió a su mamá que le obsequiara un gatito, pues estos animales le parecían muy tiernos.
Una somnolienta tarde de Junio, el sueño de la niña fue cumplido. La madre de Deby llegó a casa con un minino en brazos. El gatito - que no había cumplido siquiera un mes de nacido – lucía un hermoso pelaje anaranjado y unos bellísimos ojos celestes. Los leves maullidos del animal alertaron a Deby - quien se encontraba en su habitación - de la presencia gatuna. Cuando la niña salió del cuarto y descubrió al gatito en brazos de su madre, una llamarada de felicidad se encendió en su rostro.
- Aquí está lo que me pediste mi amor – dijo la mamá a Deby – Es un gatito muy pequeño y necesitará de muchas atenciones y cuidados, así que te espera un arduo trabajo con él.
- ¡Gracias mami, es el mejor regalo que he recibido! – respondió la niña muy emocionada - Y no te preocupes, que yo le daré mucho amor a Timón.
- ¿Timón? ¿Así lo llamarás?
- Sí mami…
- Bueno, es tu gatito y puedes llamarlo como gustes. Espero que después él no te lo reclame ja,ja,ja,ja,
Desde ese día Timón y Deby empezaron a compartir habitación. La niña, a pesar de tener sólo diez años, atendía al minino con el mismo esmero conque una madre cuida a su bebe. Lo alimentaba con leche tibia, lo bañaba, peinaba y aromatizaba con una loción de fresas. Las noches frías de invierno Deby abrigaba al gatito en su cama y se acostaba junto a él para cantarle canciones de cuna hasta que Timón se sumergía en un profundo sueño.
“Duérmete minino,
duérmete Timón.
Descansa tranquilo,
que yo cuido tu sueño
mi lindo Timón…”
Los meses transcurrieron y la primavera abrió sus puertas; una lluvia de cálidos rayos solares caía sobre la tierra. Para ese tiempo Timón había dejado de ser un minino y ahora lucía como un portentoso gato que se paseaba por toda la casa con el donaire de un rey. Dotado de una agilidad envidiable, el gato se convirtió – además – en un especialista cazador de ratones. Nada proporcionada más placer a Timón, que la faena emprendida para capturar algún bullicioso roedor escondido detrás de los armarios o la cocina. Era tanta la habilidad que el gato poseía para atrapar ratones, que pronto su fama de cazador se extendió por todo el vecindario; fue así que la presencia de Timón empezó a ser requerida con frecuencia en casa de algún vecino, que veía amenazada su tranquilidad familiar ante la abrumadora aparición de roedores.
Al principio, Deby veía con agrado que su mascota fuese tratada como un superhéroe, pero luego tanta popularidad terminó por disgustar a la niña, quien recordaba con melancolía los días en que Timón era un adorable minino y ella lo atendía como a un bebé. “Por qué habrás crecido tan pronto, ya no te disfruto como antes”, le susurraba la niña al gato.
Cansada del asedio que, casi a diario, sufría su mascota, Deby decidió encerrar a Timón en su habitación y negarle el permiso para ir a cazar ratones a la casa de sus vecinos. Desde entonces el gato se volvió parco y aburrido. Timón se pasaba los días tirado en el piso ronroneando pesadamente, comía poco y su semblante denotaba una honda tristeza que empezó a preocupar a la niña.
Dos meses transcurrieron desde que Timón fue encerrado y estuvo sin atrapar un solo roedor; sin embargo aquella mañana sus ganas de cazar ratones eran mucho más grandes que los días anteriores. El gato se daba una y otra vez volteretas en el suelo y por ratos fijaba la vista en la ventana de la habitación, imaginando que por allí podía escapar para ir en busca de roedores. Deby miraba a su mascota extrañada, haciéndose la idea de que Timón podría estar enfermo. “¿Qué tienes Timón, por qué estás así?”, le preguntó la niña al gato tomándolo en brazos, a lo que el animal respondió con un maullido seco. Miauuu… “¡Ya sé”. Iremos al parque para que te relajes. Hace mucho que no salimos, así que un buen paseo te hará bien”.
Cuando la niña y el gato llegaron al parque hacía una mañana tibia que el viento refrescaba con su aliento. Deby se sentó en una de las bancas y colocó a Timón a sus pies, esperando que su mascota diera brincos de alegría por ver la luz del día nuevamente; sin embargo nada de esto ocurrió y Timón mantuvo su desgano, hasta que de pronto se echó a correr de prisa por todo el parque. Deby no sabía qué hacer, llamaba a su mascota con desesperación pero el gato continuaba su veloz arremetida. Luego de varios minutos Timón se detuvo. Tenía el rostro lleno de dicha y satisfacción. A sus pies caía el cuerpo inerte de un ratón.
FIN
MORALEJA: Nunca prives a nadie de hacer lo que más le gusta.
EL ESPECIALISTA
Hoy me desaceré de ella. ¡Sí! ¡Tiene que ser hoy! Aunque disfruto acariciándola en la mañana, debo admitir que en los últimos días ha estado insoportable y simplona. Habrá quienes me den la razón en esta quisquillosa empresa; otros, alimentados por la sensiblería, me invitarán a meditarlo un poco y sugerirán una buena moldeada como solución, antes que desaparecerla. Por eso no he dejado suelto el rumor de lo que haré. Eso sí, debo actuar con prisa, antes de que el sentimentalismo me abroche con su camisa de fuerza e impida que lleve a cabo mi plan. En la agenda del celular está grabado el número de Roy, él es todo un especialista en este tipo de cosas y hará el trabajo por mí, pues debo admitir que tanto coraje no tengo para obrar contra ella, ya que por el tiempo compartido siento que la extrañaré cuando ya no esté.
- ¿Roy tendrás tiempo esta tarde? Necesito una cita.
- Claro Jhon. Estoy libre a las seis. ¿Acabarás al fin con ella?
- ¡Así es! Y tiene que ser hoy.
- Será como tú dices amigo. Esta tarde desapareceremos tu feroz barba.
ANGEL INVISIBLE (Del poemario LATIDOS)
ANGEL INVISIBLE
De ti han nacido mis mejores sonrisas,
que lástima que hoy tus pasos recorran otras calles
y ya no estés aquí en las mañanas
para dejarnos llevar por aquél encarnizado beso
que fue el pretexto de nuestro idilio.
Qué mar de tristeza inunda mis ojos
cuando clavo la mirada en tus retratos
y reconozco cada uno de tus gestos
y vuelves a mí como si fuese un sueño...
Quisiera tener ahora a la tristeza como amiga
para jugar con sus cabellos como lo hacía contigo;
para no extrañarte tanto cuando la noche
lanza su velo negro.
De ti ha nacido todo lo que escribo
y hasta lo innominado de mis palabras te pertenecen.
Da lástima saber que ya no caminaremos juntos
a orillas de una playa cuando quema el verano
ni compartiremos un tibio desayuno en las mañanas
ni amanecerán mis brazos rendidos sobre tu vientre.
!Qué lástima amor que te hayas ido!
De ti han nacido mis mejores sonrisas,
que lástima que hoy tus pasos recorran otras calles
y ya no estés aquí en las mañanas
para dejarnos llevar por aquél encarnizado beso
que fue el pretexto de nuestro idilio.
Qué mar de tristeza inunda mis ojos
cuando clavo la mirada en tus retratos
y reconozco cada uno de tus gestos
y vuelves a mí como si fuese un sueño...
Quisiera tener ahora a la tristeza como amiga
para jugar con sus cabellos como lo hacía contigo;
para no extrañarte tanto cuando la noche
lanza su velo negro.
De ti ha nacido todo lo que escribo
y hasta lo innominado de mis palabras te pertenecen.
Da lástima saber que ya no caminaremos juntos
a orillas de una playa cuando quema el verano
ni compartiremos un tibio desayuno en las mañanas
ni amanecerán mis brazos rendidos sobre tu vientre.
!Qué lástima amor que te hayas ido!
PIEDRAS DEL CORAZÓN
SERÁ MEJOR..
Será mejor que cambiemos
el rumbo de nuestras miradas,
que no hayan más promesas
bajo los guiños de la luna.
Será mejor que nos guardemos las caricias
para algún otoño que talvez nunca vendrá...
No sé cómo he venido a parar hasta la
indócil llamarada que agita mi pecho,
pero tengo miedo de caer de nuevo en este fuego,
de vivir al borde del espanto
cuando no encuentre tus pechos
alguna madrugada.
Será mejor que me ahorre la pena tan fuerte del adiós.
Será mejor que no te ame amor. Será mejor...
EL ULTIMO DÍA DEL AÑO
Llevaba más de cinco cuadras esquivando gentes a toda prisa. A pesar de tener la respiración agitada, él sabía que dejar de correr significaba no poder cumplir con lo prometido. Ni siquiera tenía la intención de voltear a ver quiénes lo seguían. Sus manos sujetaban como tenazas unas coloridas bolsas impresas con el logo de un importante centro comercial. En cada esquina que transitaba velozmente, brillaban prendas y objetos amarillos que se ofrecían como amuletos para tener un buen año. Entre la confusión de los cánticos festivos y la voz ruidosa de la ciudad, se oyó el grotesco freno de un vehículo. El cuerpo rodó por la pista y cayó de golpe contra el borde de la acera. Por unos minutos ese tramo de la ciudad se detuvo. El hombre con el cráneo destrozado se convirtió - a la mañana siguiente - en el personaje principal de una decena de crónicas periodísticas. Apenas recogieron el cadáver la ciudad siguió moviéndose igual. En casa, cuatro niños continuaban esperando los obsequios que papá prometió entregarles a fin de año por haber obtenido buenas calificaciones en la escuela.
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