- ¿Quieres que tire las cartas de nuevo? – Preguntó la mujer
- Sí, una vez más – porfió el hombre con un aliento desconsolado.
Luego de barajear los naipes por cuarta vez y tirarlos sobre la mesa, aparecieron de nuevo la muerte, la torre, el diablo y el colgado, formando una hilera que desencadenaba en espantosos augurios. La correcta interpretación del tarot pronosticaba un futuro trágico en la vida de Ulises Alarcón, un próspero empresario constructor que llevaba varios años consultándose el futuro con Mery y visitando esporádicamente brujos y pitonisas para hacerse limpias y baños de florecimiento, como parte de un ritual que mantenía desde que se inició en los negocios, pues de esa manera decía que se cuidaba de la envidia y los malos deseos de la gente.
- Esto debe ser un error Mery; creo que hoy no es un buen día para ti – habló Ulises tratando de encontrar una explicación al infortunio mostrado por los naipes – nunca antes las cartas se mostraron tan negativas, porqué debían hacerlo ahora…
- No lo sé, pero es lo que muestran y creo que deberías tomar en cuenta lo que te digo. Aléjate de esa mujer, que va a terminar por arruinarte la vida…