Ahora comprendo qué significado esconden
mis latidos acelerados, cada vez
que me dejas oír el suave canto de tu voz.
Hoy sé de dónde provienen mis ganas
de querer verte a diario,
de adorarte como una diosa,
de huir si es necesario para estar contigo.
¡Es amor lo que palpita en mi corazón!
aquél torrente de sangre que hierve al tacto de tu cuerpo
no puede ser otra cosa.
Esta extraña dependencia de tus besos,
la fantasía de mis pensamientos dibujando
cada uno de nuestros encuentros secretos,
mis noches cargadas de angustia cuando
el teléfono no anuncia tu llegada;
todo esto debe tener un nombre.
Cada cosa que fluye en mi mente
tiene el tapiz de tus ojos radiantes
mirándome con un deseo infantil
que convulsiona mi corazón.
¿Qué fuerza es esa que llena de vigor mi alma
sino es la fuerza del amor?
jueves, 24 de diciembre de 2009
martes, 22 de diciembre de 2009
A DIOS LE ENCANTA JUGAR CANICAS
Si hubiera dejado ayer
de ser un niño;
ya no invitaría a Dios
para jugar canicas.
La pasamos tan bien
jugando juntos;
deja Él siempre que yo gane.
Sé que lo distraigo a veces,
tiene bajo el brazo una larga lista
de asuntos pendientes:
crucificar tantas guerras, sepultar
un millón de miradas tristes,
saciar el hambre de cien naciones,
traer de vuelta mil amores…
Pero nunca falta Él
alguna noche,
provisto de risueños cristales
que perderá conmigo.
¡Sabe que los necesito!
Por eso digo yo: ¡A Dios
le encanta jugar canicas!,
y a mí me gusta sentirme niño.
de ser un niño;
ya no invitaría a Dios
para jugar canicas.
La pasamos tan bien
jugando juntos;
deja Él siempre que yo gane.
Sé que lo distraigo a veces,
tiene bajo el brazo una larga lista
de asuntos pendientes:
crucificar tantas guerras, sepultar
un millón de miradas tristes,
saciar el hambre de cien naciones,
traer de vuelta mil amores…
Pero nunca falta Él
alguna noche,
provisto de risueños cristales
que perderá conmigo.
¡Sabe que los necesito!
Por eso digo yo: ¡A Dios
le encanta jugar canicas!,
y a mí me gusta sentirme niño.
DON NADIE
Buenas noches vida. ¿Cómo estás muerte?
Me he levantado de madrugada con los pómulos hinchados y la garganta rota para presentarles a un hombre: DON NADIE lo llaman.
Vive en mil lugares y se alimenta de sueños,
de vez en cuando ríe y casi todas las noches llora.
¿DON NADIE?, me preguntas vida. Él es el hombre que formaste en tus caminos baldíos y al que despertaste en más de una madrugada con aterradoras pesadillas.
Ése es DON NADIE vida. ¿No lo recuerdas?
Érase un niño al que muy temprano le quitaste la alegría, estrangulándolo con su llanto cuando un hermano perdió.
¿Aún no sabes de quien te hablo vida?
Has de recordar que un mal día le robaste la sonrisa y no se la devolviste jamás;
pero aún así él luchó por ser feliz.
Te hablo de aquel mozalbete que hoy terminó de graduarse,
cuando las agujas del reloj se encontraron al voltear la tercera esquina.
Hoy le dieron el título de DON NADIE,
con el que perdurará en el tiempo.
¿Ahora si lo recuerdas VIDA?
Y tú MUERTE, quieres llevarte a DON NADIE dices.
Eso no será posible. Él está feliz de haber logrado ser lo que es hoy;
esta noche se siente libre, en paz..
DON NADIE puede amar MUERTE, por eso está feliz.
¿Aún así lo quieres para ti MUERTE, porque la VIDA lo descarta?
Pregunta difícil que me haces, veamos que dice él.
¿DON NADIE, se quiere ir con la MUERTE?
Aún no MUERTE, tendrás que esperar por mí.
Todavía hay mucho amor que quiero compartir con el mundo. Aprieto entre mis manos un rollo de páginas en blanco que espero llenarlas con historias que talvez nadie ha de leer, pero que para mí es imprescindible contar…
Lo vez MUERTE, DON NADIE no quiere ir contigo…
Se va DON NADIE. Te vas MUERTE. Tú sigues aquí VIDA...
¿Qué vas a pagar tu deuda con DON NADIE dices VIDA?
Pues hazlo pronto, él te necesita.
Aguárdalo a la salida de su llanto
y abrígalo en la frialdad de su tristeza.
lunes, 7 de diciembre de 2009
TRISTEZA DE TI
Las mañanas son tristes a veces,
cuando no penetra ni un ápice de sol
por sus rendijas
y entristecen mis manos al ver
que las tuyas aprietan otras manos.
Las tardes también me miran tristes;
asomadas con su tatuaje gris van
llorando su dolor sobre la tierra,
así como llueve la tristeza en mis ojos
cuando estos dejan de entenderte
o al ya no poder descifrar
el acertijo dibujado en tu cuerpo.
A diario crece mi desconsuelo anclado en esta otra orilla,
mientras muere tu sonrisa a manos de un amor pagano.
Si me abrieras tus brazos correría a salvarte,
te amaría, abandonaría este silencioso rincón
en el que habito anhelando aquél tiempo invisible
donde me querrás.
Por ahora son tristes las noches de invierno,
caminando sólo por sus calles vacías
sintiendo el feroz gorgoteo de la lluvia
que va enlodando mis zapatos.
cuando no penetra ni un ápice de sol
por sus rendijas
y entristecen mis manos al ver
que las tuyas aprietan otras manos.
Las tardes también me miran tristes;
asomadas con su tatuaje gris van
llorando su dolor sobre la tierra,
así como llueve la tristeza en mis ojos
cuando estos dejan de entenderte
o al ya no poder descifrar
el acertijo dibujado en tu cuerpo.
A diario crece mi desconsuelo anclado en esta otra orilla,
mientras muere tu sonrisa a manos de un amor pagano.
Si me abrieras tus brazos correría a salvarte,
te amaría, abandonaría este silencioso rincón
en el que habito anhelando aquél tiempo invisible
donde me querrás.
Por ahora son tristes las noches de invierno,
caminando sólo por sus calles vacías
sintiendo el feroz gorgoteo de la lluvia
que va enlodando mis zapatos.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
¿QUÉ NOCHE ES ESTA?
¿Qué noche es ésta?,
en la que brincan sueltas
nuestras marionetas y se han roto los hilos
que ataban mi cuerpo a tu piel de seda.
¿Qué noche puede ser ésta?
Si nuestras almas ya no viajan
arropadas en el silencio
para encontrarse desnudas en el oquedal.
Nada sé de tus caprichos
y mi sed no calmará si no bebo
de las mansas aguas
que musitan en tu pila bautismal.
¿Dónde estás germen de mi alegría?
¿En qué lugar secreto se entibiarán tus
muslos a esta hora?
Será verdad acaso que este es el adiós,
que ya no volverás para sentarnos
a orillas de aquél río que se llevó
en su corriente nuestra inocencia.
Es un martirio imaginar que deberé
soportar tu fantasma por las noches.
¿Y cómo haré para que aquél espectro tuyo
no clave sus garras en el lado izquierdo
de mi cavidad pectoral?
en la que brincan sueltas
nuestras marionetas y se han roto los hilos
que ataban mi cuerpo a tu piel de seda.
¿Qué noche puede ser ésta?
Si nuestras almas ya no viajan
arropadas en el silencio
para encontrarse desnudas en el oquedal.
Nada sé de tus caprichos
y mi sed no calmará si no bebo
de las mansas aguas
que musitan en tu pila bautismal.
¿Dónde estás germen de mi alegría?
¿En qué lugar secreto se entibiarán tus
muslos a esta hora?
Será verdad acaso que este es el adiós,
que ya no volverás para sentarnos
a orillas de aquél río que se llevó
en su corriente nuestra inocencia.
Es un martirio imaginar que deberé
soportar tu fantasma por las noches.
¿Y cómo haré para que aquél espectro tuyo
no clave sus garras en el lado izquierdo
de mi cavidad pectoral?
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